martes, 16 de agosto de 2016

Sandra Díaz: vinculando ciencia y política a escala global


Foto: gentileza IPBES.

La investigadora cordobesa fue elegida co-presidente de la “Evaluación Global sobre Biodiversidad y Beneficios Sociales de la Naturaleza” de IPBES.

Sandra Díaz, investigadora superior del CONICET en el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV, CONICET-UNC), fue designada como una de los tres co-presidentes de la ‘Evaluación Global sobre Biodiversidad y Beneficios Sociales de la Naturaleza’ de la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES), auspiciada por varias organizaciones de las Naciones Unidas.

Además de Sandra Díaz, los elegidos para co-presidir el Panel son Eduardo Brondízio (Brasil y Estados Unidos) y Josef Settele (Alemania), según el organismo “tres de los expertos más relevantes del mundo sobre temas en la intersección entre naturaleza y bienestar humano”.

Ellos liderarán un grupo de más de cien especialistas de todo el globo, en un trabajo colaborativo y multidisciplinario que se llevará a cabo durante los próximos tres años.

La IPBES fue conformada en 2012 por más de 100 países y en la actualidad los gobiernos miembro son 124.

El objetivo es brindar información científica confiable acerca de la biodiversidad y los beneficios que los ecosistemas brindan a las sociedades, para la toma de decisiones en políticas públicas.

En este sentido, su misión es la de fortalecer el vínculo entre ciencia y política en pos de la conservación de la biodiversidad, el bienestar a largo plazo de la humanidad y el desarrollo sustentable y equitativo.

La iniciativa tiene analogías con el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), pero también algunas características únicas.

“Por ejemplo, es la primera evaluación global que se propone considerar al aporte no sólo de diversas disciplinas científicas -naturales y sociales-, sino también la perspectiva de otros saberes, como el conocimiento de los pueblos originarios y comunidades locales”, explica Díaz.

Este organismo intergubernamental está integrado en total por aproximadamente mil científicos de todo el mundo que colaboran de manera voluntaria, de los cuales aproximadamente 100 formarán parte de la Evaluación que co-preside Díaz.

Todos los conocimientos que producen se someten a una estricta revisión de pares – tanto científicos como de otros actores sociales-, que asegura no sólo que la calidad de los informes responda a los más altos estándares de calidad, sino también a la diversidad de miradas involucradas en el proceso.

Este nuevo reconocimiento a la trayectoria y la carrera científica de Sandra Díaz, implica “un enorme desafío, desde todo punto de vista, desde lo logístico hasta lo epistemológico.

Sin embargo, no es la primera vez que como colectivo científico intentamos cosas que aparecen casi inabordables, pero al mismo tiempo imprescindibles.

En todos los casos anteriores ha habido muchas dificultades y muchas cosas que mejorar, pero siempre ha valido la pena y obtuvimos como resultado no sólo conocimientos técnicos nuevos, sino también nuevas formas de pensar y nuevas prácticas sociales.

Por eso, aunque no subestimamos lo que se viene, estamos muy entusiasmados”, expresa Díaz.

Sandra Díaz se destaca en el campo de Ambiente y Ecología, dado que sus contribuciones se centran en la ecología de comunidades y ecosistemas, la macroecología y la biodiversidad dentro del contexto del cambio ambiental global.

Además es Directora del Núcleo DiverSus de Investigaciones sobre Diversidad y Sustentabilidad, con sede en el IMBIV, y es profesora titular de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba.

El año pasado fue seleccionada por segunda vez por la Unidad de Propiedad Intelectual y Ciencia de Thomson Reuters, como una de ‘Las mentes científicas más influyentes del mundo’.

Mincyt


lunes, 30 de mayo de 2016

Científicos argentinos reciben más fondos para generar conocimiento de acceso público

Científicos argentinos reciben más fondos para generar conocimiento de acceso público

La convocatoria PICT tiene por objeto la generación de nuevos conocimientos 
en todas las áreas de ciencia y tecnología.

Los proyectos son financiados en el marco de la línea PICT (Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica) con el objetivo de impulsar la investigación científica para el desarrollo del país.

El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva adjudicó más de $500 millones a proyectos y becas de investigación científico-tecnológica durante 2015.

Los fondos, otorgados a través de la línea PICT (Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica), buscan financiar la generación de conocimiento de licencia abierta en temáticas tan diversas como: biología celular, genética, tecnología agraria, humanidades, física, astronomía, TIC, y derecho, entre otras.

Desde 2013 la cartera de Ciencia ha incrementado año a año la cantidad de iniciativas financiadas y el dinero adjudicado.

En 2013 y 2014 se apoyaron 976 y 1.055 investigaciones respectivamente, mientras en 2015 aumentó un 10% el número de estudios financiados por el Estado, que contabilizaron 1155 proyectos y 296 becas.

En materia económica, durante el año pasado la convocatoria desembolsó un 69% más respecto al período anterior, por un total de $504.418.408, lo cual representa un promedio de $ 436.726 por proyecto.

El dinero es vehiculizado a través del Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica (FONCYT), instrumento perteneciente a la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica.

El financiamiento se dirige a grupos de investigación pertenecientes a instituciones públicas o privadas sin fines de lucro, radicadas en el país.

Entre los organismos beneficiados se encuentran: el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Ténicas (CONICET); la Universidad de Buenos Aires (UBA); la Universidad Nacional de Córdoba (UNC); la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA); la Fundación Instituto Leloir; la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), la Universidad Nacional del Comahue (UNCOMA), el Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME), y el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP).

La edición 2015 trabajó sobre cinco categorías de proyecto, en tres tipos de presentaciones: equipo de trabajo, joven investigador y nuevos equipos.

Los participantes pudieron optar por: Temas abiertos, donde la investigación involucra cualquier área del conocimiento; Plan Argentina Innovadora 2020, con propuestas estratégicas para el desarrollo productivo del país; Internacional, proyectos en colaboración con investigadores extranjeros; y Proyectos Interdisciplinarios de Impacto Internacional que aporten soluciones a problemáticas tecnológicas complejas.

Mincyt




martes, 17 de mayo de 2016

El hambre, una cuestión de seguridad mundial

Gráfico con la evoluciópn del índice de precios de los alimentos de la FAO en algunos países. Crédito: FAO

Este es un artículo de opinión de Enrique Yeves, periodista, especialista en temas de política internacional y actualmente es director de Comunicación de la FAO.

Por Enrique Yeves

Desesperado, frustrado y sin perspectivas de futuro, el 17 de diciembre de 2010 el tunecino Mohamed Bouazizi se echó encima un bidón de gasolina y se prendió fuego.

Así estalló la revuelta popular que derribaría la dictadura en su país de Zine el Abidine Ben Ali, en el poder desde 1987, y crearía un efecto dominó en otros países de Oriente Próximo y del norte de África.

Sucedió en la pequeña ciudad de Sidi Bouzid pero podría haber sido en cualquier otro lugar del mundo golpeado por el alto precio de productos tan básicos como el pan. Paradójicamente, Mohamed era vendedor de frutas y su sueño era comprar una camioneta con la que ampliar el negocio.

La crisis global de los precios de los alimentos en 2008 coincidió con revueltas en más de 40 países y con la caída de varios gobiernos como los de Egipto y Libia, poniendo de relieve el vínculo entre seguridad alimentaria e inestabilidad política.

Las protestas en Túnez y otros países fueron inicialmente manifestaciones contra los altos precios de los alimentos.

No fue esta la única causa sino más bien el detonante de una indignación pública con raíces más profundas, pero con un denominador común.

En 2011 un alza similar de los precios de los alimentos volvió a provocar nuevos conflictos internos o exacerbar los existentes en numerosos países, tal y como puede apreciarse claramente en el gráfico que acompaña este artículo: cuando la curva de los precios de los productos alimentarios se eleva a picos extremos el impacto en la inestabilidad política y social es bien evidente.

La falta de alimentos o, para ser más precisos en el argumento, de la capacidad de adquirirlos –es decir, la pobreza– es una de las amenazas a la seguridad y a la vida de las personas que más rápidamente prende la mecha del enfrentamiento y más alarga los conflictos.

No puede haber paz sin seguridad alimentaria, ni seguridad alimentaria sin paz. Son dos conceptos que se refuerzan mutuamente.

Cuando la FAO se creó en 1945 el mundo resurgía de la Segunda Guerra Mundial y sus fundadores sabían que la Organización debía desempeñar un papel vital en la búsqueda de la paz.

Por eso, ya entonces, señalaron en el preámbulo de la Constitución que “La Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) nace de la necesidad de paz y de la necesidad de librar al mundo de la miseria.

Las dos son interdependientes. Eliminar la miseria es esencial para una paz duradera”.

Setenta años después de la creación de la FAO, la comunidad internacional ha reforzado esa idea con la adopción de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, basada en la premisa de que no puede haber desarrollo sostenible sin paz, ni paz sin desarrollo sostenible.

El hambre, una cuestión de seguridad mundial

Enrique Yeves
Crédito: Giulio Napolitanó/FAO

El vínculo entre la alimentación y la paz fue también la base de la concesión del Premio Nobel de la Paz 1949 a Lord Boyd Orr, el primer director general de la FAO.

Al aceptarlo, afirmó con clarividencia: “El hambre está en el centro de todos los problemas del mundo.

A menos que las personas tengan qué comer, los tratados se quedarán en nada”.

Por eso la seguridad alimentaria es un prerrequisito para la paz y para la seguridad mundial y el hambre debe ser considerada una cuestión de seguridad mundial.

Más si cabe en un mundo globalizado, en el que todo lo que pasa en un lugar del mundo afecta al resto.

Y también por eso las medidas de estabilización de precios de los alimentos y las redes de protección social son instrumentos fundamentales para la prevención de conflictos violentos.

Es por todo ello que el director general de la FAO, José Graziano da Silva, ha lanzado una clara señal a la comunidad internacional de la imperiosa necesidad de afrontar el tema de la inseguridad alimentaria en el sentido más amplio del término al dirigirse el pasado mes de marzo al Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) y poner de relieve la relación de interdependencia entre hambre y conflicto así como de su influencia en la desestabilización de las sociedades y el agravamiento de la inestabilidad política.

A raíz de dicha intervención, el Consejo de Seguridad ha solicitado a la FAO que mantenga regularmente informados a sus miembros de la situación alimentaria en los países más críticos.

Es por todo ello que erradicar el hambre es, no solo una obligación moral, sino una necesidad crucial para garantizar un futuro para todos.

Mejorar la seguridad alimentaria puede ayudar a construir una paz sostenible, e incluso a prevenir posibles conflictos.

Sabemos que las acciones para promover la seguridad alimentaria pueden ayudar a prevenir las crisis, mitigar su impacto y promover la recuperación posterior.

Y está claro que la prevención exige abordar las causas más profundas de los conflictos, entre ellas el hambre y la inseguridad alimentaria.

Los conflictos son un factor clave en las crisis de seguridad alimentaria prolongadas y el círculo vicioso se repite una y otra vez.

Durante los mismos, hay tres veces más probabilidades de padecer hambre que en el resto del mundo en desarrollo, mientras que los países con niveles más altos de inseguridad alimentaria son también los más afectados por los conflictos.

Así lo confirman casos que van desde Siria y Yemen a Sudán del Sur o Somalia.

El postconflicto de Angola y Nicaragua, la situación de Ruanda después del genocidio y la de Timor Oriental posterior a la independencia, son otros casos que nos muestran que la paz y la seguridad alimentaria se refuerzan mutuamente.

De lo contrario, la situación desemboca en un recrudecimiento de la violencia.

El fracaso para impulsar la seguridad alimentaria puede poner en peligro los procesos de estabilización, un riesgo al que se enfrentan actualmente Yemen y también la República Centroafricana, donde la mitad de la población sufre inseguridad alimentaria.

Ese fue precisamente el tema central de una reunión celebrada a finales de abril entre el director general de la FAO y el nuevo presidente de República Centroafricana, Faustin-Archange Touadera, que pidió a la FAO su apoyo para lograr con éxito la estrategia de desarme y reinserción de los grupos armados del país redoblando los esfuerzos en el sector agrícola para que la población pueda satisfacer sus necesidades básicas.

Promover el desarrollo rural puede también facilitar los esfuerzos de construcción de paz.

Un ejemplo muy concreto y actual es el trabajo conjunto de la FAO con el gobierno de Colombia para implementar proyectos de ejecución rápida para mejorar la seguridad alimentaria y el desarrollo rural en un esfuerzo por consolidar el acuerdo de paz que, previsiblemente, se alcanzará pronto.

Los esfuerzos internacionales en favor de la paz serán más efectivos si incluyen medidas para impulsar la resiliencia de las familias y las comunidades rurales, ya que son ellos y sus medios de vida los que sufren la mayor parte de los daños en los conflictos.

Pero para todo ello el hambre, en el centro de multitud de conflictos, debe ser considerada una cuestión de seguridad mundial.

Revisado por Estrella Gutiérrez

ipsnoticias.net

viernes, 29 de abril de 2016

Google predice el futuro: hay que apostar por la inteligencia artificial


El presidente ejecutivo de Google, Sundar Pichai, destaca los esfuerzos de la compañía en el campo de la Inteligencia Artificial (IA).
James Martin/CNET

En su primera carta a inversionistas, el presidente ejecutivo de Google, Sundar Pichai, dice que la próxima ola de la informática tendrá que ver con el aprendizaje de máquinas.

Es un hecho que lo más importante para Google -- la empresa/verbo/sitio web que es sinónimo de encontrar cosas que utilizan el Internet -- es su negocio de búsquedas.

Y ahora que la empresa pone a punto su plan maestro para el futuro, Google quiere asegurarse de que el negocio sea inyectado con una buena dosis de inteligencia artificial (IA).

Al menos esa es la gran conclusión de la carta anual de Google, publicada el jueves, y escrita por primera vez por el presidente ejecutivo, Sundar Pichai, en lugar de por los co-fundadores de Google, Larry Page y Sergey Brin.

En lugar de que los usuarios tengan que escribir las palabras en un cuadro de búsquedas en una computadora o teléfono, Google quiere ir a buscar información y hacer cosas por ti sin que tengas que preguntar.

Esto incluye cosas como empujarte a salir hacia el aeropuerto con tiempo suficiente para no quedarte atascado en el tráfico y perder tu vuelo; darte el pronóstico semanal del viaje a Madrid, o incluso ayudar a detectar el cáncer.

Todo eso requiere de una computación muy potente, realizada por máquinas que pueden aprender sobre la marcha.

"De cara al futuro, el próximo gran paso será que el propio concepto de 'dispositivo' va a desaparecer", escribió Pichai, quien asumió el cargo de presidente ejecutivo hace ocho meses.

"Con el tiempo, la propia computadora -- cualquiera que sea su forma -- será un asistente inteligente que te ayude con tu día. Vamos a pasar del mundo del móvil primero a un mundo donde la IA es primero".

La ola de la IA es bastante ruidosa en Silicon Valley.

A principios de este mes, Facebook creó un nuevo grupo llamado Applied Machine Learning Group, encargado de hacer avances en la IA.

La compañía de Mark Zuckerberg, junto con otras como Microsoft, están invirtiendo fuertemente en chatbots, un software que responde a las preguntas y realiza tareas simples, como hacer una cita en el calendario.

La carta del jueves constituye la primera vez que un reporte sobre Google ha sido escrito por alguien además de Page y Brin, fundadores de la empresa como estudiantes graduados de Stanford en 1998.

En 2,100 palabras, Pichai apuesta el doble a la misión trazada por Page y Brin en su día -- organizar la información del mundo -- y añade de su cosecha.

"Hoy estamos concentrados en una cosa por encima de todo: hacer que la información y el conocimiento estén disponibles para todo el mundo", escribió Pichai, de 43 años.

¿Qué tan importante es la búsqueda para Google?

En algunos casos, Pichai capitaliza la palabra cuando la escribe, al igual que "Él" o "Señor" se escriben con mayúscula en la Biblia.

Page y Brin no capitalizaron la palabra "búsqueda" en su carta de 2004 cuando la compañía salió a bolsa, incluso cuando hacían referencia a ésta como un producto.

Que Page y Brin hayan elegido a Pichai para escribir la carta no es una sorpresa.

El año pasado, los fundadores anunciaron una reorganización gigante de Google, incluyendo la propia Google y otros proyectos como su servicio Fiber y su compañía del hogar inteligente Nest bajo un holding llamado Alphabet.

Como parte de ese cambio, Page se convirtió en presidente ejecutivo de Alphabet y Brin, en su presidente. Pichai tomó las riendas como presidente ejecutivo de Google.

En la carta, Pichai también se refiere a los últimos triunfos de la compañía en el aprendizaje por máquinas, al igual que su software que venció al campeón humano del antiguo juego chino Go en una serie 4-1.

"Las implicaciones de este triunfo son, literalmente, un cambio en el juego, y el ganador final es la humanidad", escribió Pichai.

"Este es otro paso importante hacia la creación de la inteligencia artificial que nos puede ayudar en todo, desde el cumplimiento de nuestras tareas diarias y viajes, para finalmente hacer frente a problemas aún mayores, como el cambio climático y el diagnóstico del cáncer".

La idea es extender el acceso a la información (y de paso, los servicios de Google) por todo el mundo.

Pero eso puede ser un reto en Europa, donde los reguladores están examinando el motor de búsquedas de Google, así como su software móvil, Android, por ser supuestamente contrarios a la competencia.

"Para nosotros, la tecnología no trata sobre los dispositivos o productos que fabricamos.

Esos no son los objetivos finales.

La tecnología es una fuerza democratizadora, capacitando a las personas a través de la información", escribió Pichai.

"Google es una compañía de información.

Fue así cuando fue fundada y es así hoy en día".

Pero ahora, con más robots.

cnet.com

jueves, 14 de abril de 2016

Pacto Mundial - Hambre Cero

ODS 2

El sector privado ante el ODS 2

El ODS 2 está conectado con los Principios 7, 8 y 9 del Pacto Mundial.

"Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible "

¿En qué consiste el Objetivo 2?

En el mundo actual, nuestras tierras, océanos y bosques están siendo rápidamente degradados, consecuencia del cambio climático.

Esto se traduce en la reducción de los recursos de los que dependemos para alimentarnos y en el aumento de los riesgos asociados a desastres como sequías e inundaciones.

Necesitamos una profunda reforma del sistema mundial de agricultura y alimentación si queremos nutrir a los 795 millones de hambrientos que existen actualmente.

La sociedad debe avanzar hacía una agricultura, silvicultura y piscicultura sostenibles, que puedan suministrar comida nutritiva para todos y generar ingresos dignos.

Para ello, las empresas se posicionan como actores a jugar un papel clave en el diseño y la distribución de soluciones efectivas, realistas y prácticas para garantizar la seguridad alimentaria y la agricultura sostenible.

Cada empresa junto a su cadena de suministro, incluidos agricultores, comerciantes, distribuidores, inversores y consumidores, tienen un papel clave que jugar en la protección del medioambiente y la promoción de la agricultura, la pesca y los sistemas alimentarios sostenibles.

Para ello, la inversión en I+D+i, el fomento de la educación en sostenibilidad y la apuesta por negocios sostenibles, son cuestiones clave.

¿Cómo pueden las empresas contribuir al Objetivo 2?

Las empresas pueden contribuir de diferentes maneras al Objetivo 2.

Hay determinadas empresas cuyo núcleo de negocio está más directamente ligado a este objetivo, como las del sector agrícola o las del sector de la alimentación.

No obstante, todas las empresas, independientemente de su sector, pueden tomar medidas para contribuir al Objetivo 2.

A nivel interno de la empresa:

Proporcionando condiciones laborales dignas a los proveedores en países con legislaciones débiles, para asegurar que estas personas cuenten con un sueldo suficiente, que permita a los empleados y su familia comer de forma nutritiva, sana y suficiente.

Especificando en todos los productos de la empresa la información nutricional correspondiente.
Estableciendo programas de alimentación para empleados, que incluyan alimentos sanos y nutritivos.

Formando a empleados y proveedores y proporcionarles ayuda técnica para que empleen prácticas de producción sostenibles.

Integrando a nivel interno los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos, para evitar provocar impactos negativos sobre los derechos humanos de las comunidades locales e introduciendo mecanismos de reclamación a nivel operacional para resolver las disputas

Impulsando medidas para reducir el desperdicio de alimentos

A nivel externo de la empresa:

Utilizando los productos y servicios de la empresa para encontrar soluciones al hambre en el mundo, por ejemplo, una empresa del sector de la alimentación, expandiendo cereales fortificados que ayuden a combatir la malnutrición infantil.

Llevando a cabo donaciones a bancos de alimentos y ONG cuyo núcleo de negocio se base en la reducción del hambre o la agricultura sostenible.

Realizando proyectos de cooperación al desarrollo, con el foco en comunidades locales y poblaciones indígenas.

Creando alianzas público-privadas con ONG y administraciones públicas para proyectos específicos que favorezcan la reducción del hambre y a las comunidades locales.

Disminuyendo el impacto medioambiental que tienen sus operaciones, para evitar crisis ambientales que repercutan en la correcta nutrición de la población y utilizando los recursos y productos de la empresa para ayudar en crisis y catástrofes naturales, conjuntamente con otros actores del sector humanitario.


¿Cómo pueden medir las empresas su contribución al Objetivo 2?

Las empresas tienen la guía SDG Compass, proyecto en común de Global Compact, WBCSD y Global Reporting Initiative.

Esta guía cuenta con indicadores específicos para que las empresas puedan comprobar sus avances en sus contribuciones a los diferentes Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Algunos ejemplos de indicadores relativos al ODS 2 son:

Políticas y prácticas en materia de comunicación a los consumidores acerca de los ingredientes y la información nutricional, más allá de los requisitos legales.

Número y descripción de disputas significativas con comunidades locales y pueblos indígenas.
Número de personas física o económicamente desplazadas y compensación, desglosadas por tipo de proyecto.

Porcentaje de volumen de compra verificado de acuerdo con las normas internacionales de producción responsables.


¿Qué herramientas tienen las empresas a su disposición para facilitar la contribución al objetivo 2?

Las empresas cuentan con diferentes herramientas para guiar sus contribuciones a los ODS y más específicamente al objetivo 2.

Guía de Implantación de los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos de Naciones Unidas: La herramienta aporta conocimiento y formación, evalúa tu situación actual en materia de Derechos Humanos e identifica tus principales riesgos e impactos.
Además, incluye una identificación de riesgos específicos en relación a las comunidades locales.

UN Global Compact Compass: Guía que proporciona herramientas e información a las empresas para alinear sus estrategias, así como medir y gestionar su contribución a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Convocatorias de subvenciones para la realización de proyectos de innovación para el desarrollo de la AECID (Agencia Española de Cooperación al Desarrollo).

Principios sobre Agricultura Sostenible y Empresas: diseñados para promover la sostenibilidad en la agricultura y la alimentación.

Business Call to Action: iniciativa promovida por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), es una iniciativa que busca instar al sector privado a implementar modelos de negocio innovadores que combinen beneficio e impacto sobre el desarrollo.

Business for Peace: iniciativa de Global Compact para reducir los conflictos y la inestabilidad en el mundo por parte del sector empresarial.


Algunos datos sobre el ODS 2

Hambre

Alrededor de 795 millones de personas no disponen de alimentos suficientes para llevar una vida saludable y activa.

Esto es, 1 de cada 9 personas en la Tierra

La gran mayoría de hambrientos vive en países en desarrollo, donde el 12,9% de la población está subalimentada

Asia es el continente donde hay más personas que padecen hambre: dos terceras partes del total.

En los últimos años se ha reducido el porcentaje en Asia Meridional, pero ha aumentado ligeramente en Asia Occidental
Asia Meridional enfrenta la mayor carga de hambre, con cerca de 281 millones de personas desnutridas.

En África subsahariana, las proyecciones para el período 2014-2016 indican una tasa de desnutrición de casi 23%

La nutrición deficiente provoca casi la mitad (45%) de las muertes de niños menores de 5 años: 3,1 millones de niños al año

En el mundo, 1 de cada 4 niños padece retraso del crecimiento.
En los países en desarrollo la proporción puede ascender a 1 de cada 3

En el mundo en desarrollo, 66 millones de niños en edad de asistir a la escuela primaria acuden a clase hambrientos, 23 millones de ellos solo en África

Seguridad alimentaria

La agricultura es el sector que más empleo produce en el mundo, suministrando la forma de vida del 40% de la población mundial. Es la mayor fuente de ingresos y trabajo en los hogares pobres rurales

500 millones de pequeñas granjas en el mundo, la mayoría de secano, proporcionan un 80% de los alimentos que se consumen en la mayor parte del mundo en desarrollo.

Invertir en los pequeños agricultores, mujeres y hombres, es una forma importante de aumentar la seguridad alimentaria y la nutrición para los más pobres, así como la producción de alimentos para mercados locales y mundiales

Desde 1900, el 75% de la diversidad de las cosechas se ha perdido en los campos.

Un mejor uso de la biodiversidad agrícola puede contribuir a una alimentación sana, mejorar la vida de las comunidades agrícolas y hacer más resistentes y sostenibles los sistemas agrícolas

Si las mujeres agricultoras tuvieran el mismo acceso a los recursos que los hombres, el número de hambrientos en el mundo podría ser reducido en hasta 150 millones de dólares

1,4 millones de personas no tienen acceso a la electricidad, la mayoría de ellas viven en zonas rurales del mundo en desarrollo.

En muchas regiones la pobreza energética es uno de los principales obstáculos para la reducción del hambre y la garantía de que el mundo puede producir alimentos suficientes para satisfacer la demanda futura

 Metas del ODS 2

Para 2030, poner fin al hambre y asegurar el acceso de todas las personas, en particular los pobres y las personas en situaciones vulnerables, incluidos los lactantes, a una alimentación sana, nutritiva y suficiente durante todo el año

Para 2030, poner fin a todas las formas de malnutrición, incluso logrando, a más tardar en 2025, las metas convenidas internacionalmente sobre el retraso del crecimiento y la emaciación de los niños menores de 5 años, y abordar las necesidades de nutrición de las adolescentes, las mujeres embarazadas y lactantes y las personas de edad

Para 2030, duplicar la productividad agrícola y los ingresos de los productores de alimentos en pequeña escala, en particular las mujeres, los pueblos indígenas, los agricultores familiares, los pastores y los pescadores, entre otras cosas mediante un acceso seguro y equitativo a las tierras, a otros recursos de producción e insumos, conocimientos, servicios financieros, mercados y oportunidades para la generación de valor añadido y empleos no agrícolas

Para 2030, asegurar la sostenibilidad de los sistemas de producción de alimentos y aplicar prácticas agrícolas resilientes que aumenten la productividad y la producción, contribuyan al mantenimiento de los ecosistemas, fortalezcan la capacidad de adaptación al cambio climático, los fenómenos meteorológicos extremos, las sequías, las inundaciones y otros desastres, y mejoren progresivamente la calidad del suelo y la tierra

Para 2020, mantener la diversidad genética de las semillas, las plantas cultivadas y los animales de granja y domesticados y sus especies silvestres conexas, entre otras cosas mediante una buena gestión y diversificación de los bancos de semillas y plantas a nivel nacional, regional e internacional, y promover el acceso a los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos y los conocimientos tradicionales y su distribución justa y equitativa, como se ha convenido internacionalmente

Aumentar las inversiones, incluso mediante una mayor cooperación internacional, en la infraestructura rural, la investigación agrícola y los servicios de extensión, el desarrollo tecnológico y los bancos de genes de plantas y ganado a fin de mejorar la capacidad de producción agrícola en los países en desarrollo, en particular en los países menos adelantados

Corregir y prevenir las restricciones y distorsiones comerciales en los mercados agropecuarios mundiales, entre otras cosas mediante la eliminación paralela de todas las formas de subvenciones a las exportaciones agrícolas y todas las medidas de exportación con efectos equivalentes, de conformidad con el mandato de la Ronda de Doha para el Desarrollo

Adoptar medidas para asegurar el buen funcionamiento de los mercados de productos básicos alimentarios y sus derivados y facilitar el acceso oportuno a información sobre los mercados, en particular sobre las reservas de alimentos, a fin de ayudar a limitar la extrema volatilidad de los precios de los alimentos

http://www.pactomundial.org



1er. Diálogo público-privado por los Objetivos de Desarrollo Sostenible: Alineando las estrategias de negocios


El próximo 26 de abril, en el Auditorio “Prof. Juan A. Arévalo”, 7mo piso, del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad de Buenos Aires situado en la calle Viamonte 1549, a las 9:30 Hs. se realizará el "1er Diálogo público-privado por los Objetivos de Desarrollo Sostenible: alineando las estrategias de negocios".

La aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, es el punto de partida para incorporar la perspectiva del Desarrollo Sostenible en nuestras sociedades.

Mientras los gobiernos de todos los países afrontan el desafío de diseñar políticas públicas que ayuden a las sociedades a encaminarse hacia este nuevo enfoque, las empresas, entendidas como un actor fundamental de la vida económica y social, hacen lo propio, incorporando la sostenibilidad a la reflexión sobre sus estrategias de negocios.

El sector privado, se suma así a la implementación de la Agenda 2030.

Para facilitar este proceso, la Red Argentina del Pacto Global con el apoyo del Sistema de las Naciones
Unidas y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, lanza una serie de diálogos público-privado por los Objetivos de Desarrollo Sostenible con referentes del sector gubernamental, de la sociedad civil, de la cooperación internacional y del sector empresarial.

Estos diálogos tienen como objetivo contribuir a la campaña del Pacto Global de Naciones Unidas de enraizar la agenda global en los contextos locales a fin de maximizar la contribución empresarial a la agenda 2030.

René Mauricio Valdés (Coordinador Residente del Sistema de Naciones Unidas en la Argentina), inaugurará el evento junto a Susana Malcorra (Ministra de Relaciones Exteriores y Culto) y Néstor Abatidaga (CEO del Grupo Sancor Seguros).

Por Argentina, se contará con la participación de Gabriela Agosto (Secretaria Ejecutiva del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación) y Cristina Calvo (Directora de Desarrollo Humano del Ministerio de Hacienda de la Nación); importantes referentes del sector privado como Axel Flugel (Gerente de Relaciones Externas de Unilever Cono Sur) y Betina Azugna (Gerente de Responsabilidad Social del Grupo Sancor Seguros) y Flavio Fuertes (Coordinador de la Red Argentina del Pacto Global), quiénes compartirán planes y estrategias que sus respectivas instituciones y organizaciones están desarrollando para adaptarse a la Agenda 2030:

También estarán presentes referentes internacionales como Andrea Pradilla (Directora del GRI para
Latinoamérica) y Javier Cortés (Gerente Regional de las Redes de las Américas del Pacto Global de Naciones Unidas) quienes presentarán el SDG Compass y la Campaña de pioneros locales de los ODS respectivamente.

El 1er. Diálogo público-privado por los Objetivos de Desarrollo Sostenible: Alineando las estrategias de negocios, coincide además con la celebración del 12vo aniversario de creación de la Red Argentina del Pacto Global, en abril de 2004.


La actividad es libre y gratuita.

Encuentre el programa de la actividad e inscríbase a la misma.




ACERCA DE LA RED ARGENTINA DEL PACTO GLOBAL DE NACIONES UNIDAS

La Red Argentina del Pacto Global cuenta con 441 organizaciones empresariales, 86 ONGs, 42 Cámaras, 18 instituciones académicas, 8 organismos públicos, 3 gobiernos locales y 7 “otros”.

A lo largo de estos 12 años de existencia de la red, se publicaron más de 1.110 Comunicaciones de Progreso dando transparencia al movimiento de la responsabilidad social en nuestro país.

Más información en www.pactoglobal.org.ar y en
www.facebook.com/PactoGlobalArgentina


ACERCA DEL PACTO GLOBAL DE NACIONES UNIDAS

Lanzado en 1999 por el Secretario General de Naciones Unidas, Kofi Annan, y puesto en marcha oficialmente en julio del año 2000, el Pacto Global aspira a contribuir a la emergencia "de valores y principios compartidos que den una cara humana al mercado global".

Para esto, a través de la asociación de compañías, agencias de las Naciones Unidas, sindicatos, organizaciones no gubernamentales (ONG’s) y otros actores, se aspira a construir un mercado global más inclusivo y más equitativo.

Actualmente, participan del Pacto Global más de 12.000 organizaciones de todo el mundo, en su gran mayoría empresarias.

El Pacto Global es una iniciativa voluntaria en donde las empresas se comprometen a alinear sus estrategias y operaciones con diez principios universalmente aceptados.

Por su número de participantes, el Pacto Global es la iniciativa de ciudadanía corporativa más grande del mundo.

Más información en www.unglobalcompact.org